Marino Morikawa Sakura, el dos veces campeón nacional de karate, es un científico peruano que se ha convertido en el defensor del ecosistema que a nadie le interesa cuidar, y se ha trazado recuperar el lago Titicaca en 6 meses, así como lo hizo con la laguna El Cascajo, en Huaral.
En marzo del 2013, Morikawa Sakura; realizó una expedición en la lago Titicaca, junto a los científicos japoneses Maki Tsujimura, Naomi Wakasugi y Miki toda, para estudiar el nivel de contaminación y luego presentar aportes para su recuperación.
“Hay que atacar a las fuentes de contaminación, falta un estudio científico previo y, sobre él, armar los proyectos específicos. El principal contaminante del lago es la minería ilegal y el agua residual que generan Puno y Juliaca”, sostuvo Marino, a una cadena nacional tras su exitosa faena en el humedal de El Cascajo.
Se define como un soñador y hombre de grandes retos, no teme ni se amilana de hacer frente a la minería ilegal que contamina los afluentes del Titicaca, “si les damos soluciones a los mineros ilegales para que contaminen menos, estos se van a formalizar”. Precisó.
Sus 6 años de estudiante en una prestigiosa universidad japonesa, le ha permitido de volver a su país de origen para cumplir un proyecto para recuperar el humedal de El Cascajo, que por años se había convertido en una cubierta de lechuga de agua y de chanchos. Bastó 15 días para que las aves y peces volvieran.
La tecnología que utilizó fue simple y barata, unos microfiltros de cerámica que generan iones o campos magnéticos, una telaraña para contaminantes. Su titánica labor fue considerada como una locura de este noble hombre, que pronto podría estar en Puno.
En marzo del 2013, Morikawa Sakura; realizó una expedición en la lago Titicaca, junto a los científicos japoneses Maki Tsujimura, Naomi Wakasugi y Miki toda, para estudiar el nivel de contaminación y luego presentar aportes para su recuperación.
“Hay que atacar a las fuentes de contaminación, falta un estudio científico previo y, sobre él, armar los proyectos específicos. El principal contaminante del lago es la minería ilegal y el agua residual que generan Puno y Juliaca”, sostuvo Marino, a una cadena nacional tras su exitosa faena en el humedal de El Cascajo.
Se define como un soñador y hombre de grandes retos, no teme ni se amilana de hacer frente a la minería ilegal que contamina los afluentes del Titicaca, “si les damos soluciones a los mineros ilegales para que contaminen menos, estos se van a formalizar”. Precisó.
Sus 6 años de estudiante en una prestigiosa universidad japonesa, le ha permitido de volver a su país de origen para cumplir un proyecto para recuperar el humedal de El Cascajo, que por años se había convertido en una cubierta de lechuga de agua y de chanchos. Bastó 15 días para que las aves y peces volvieran.
La tecnología que utilizó fue simple y barata, unos microfiltros de cerámica que generan iones o campos magnéticos, una telaraña para contaminantes. Su titánica labor fue considerada como una locura de este noble hombre, que pronto podría estar en Puno.
Fuente: Diario Los Andes
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