viernes, 15 de agosto de 2014

El NEGOCIO DEL SIGLO

Foto: Internet


Por: Ing. Qco. Edgar Carmelino Pino 
Ante el constante incremento de los precios de los hidrocarburos, todos los países del mundo buscan asegurar el suministro permanente de energía para las necesidades de su población y su crecimiento económico, es decir buscan la seguridad energética, utilizando lo más sabiamente posible sus propios recursos naturales y/o la importación de petróleo y carburantes para abastecer a sus necesidades energéticas.

En el Perú, el gas del camisea representó la oportunidad histórica de lograr la seguridad energética sustituyendo con el gas natural, los cada vez más costosos carburantes derivados del petróleo; sin embargo, después de 10 años de explotación del camisea, seguimos importando petróleo y sus derivados por un valor que sobrepasa los 5,000 millones de dólares año y; en lugar satisfacer la demanda nacional, más bien, exportamos620 millones de pies cúbicos de gaspor día, que es la misma cifra de la demanda insatisfecha de gas natural en el Perú. Dicha exportación afecta a la seguridad energética de nuestro país, habiendo sido instrumentada, durante el Gobierno de Toledo, como consecuencia de un proyecto iniciado el año 2,000 en la vecina república de Bolivia,durante el gobierno de Sánchez de Lozada, por la empresa PACIFIC-LNG, denominado el “negocio del siglo”.

“El negocio del siglo” pretendía exportar el gas natural de Bolivia, sacándolo desdelos yacimientos de Margarita e Itau, mediante 2,000 KM. de ductos, pasando por chile para licuefactarlo y después enviarlo en buques metaneros hasta a manzanillo en México, pagando por el gas un precio de 0.79 dólares el millón de unidades térmicas (BTU). El proyecto que entregaba la propiedad del gas al concesionario “fuera de boca de pozo”fue rechazado por los Bolivianosy,en octubre del 2,003, en sangrientos disturbios,74mártiresbolivianos, ofrendaron sus vidas al ser masacrados impunemente por helicópteros artillados en SENKATA localidad del ALTO en Bolivia.

Ante la ola de indignación suscitada por la masacre, PACIFIC-LNG, se retiró de Bolivia y volvió los ojos al Perúdonde, con la participación de la REPSOL y la HUNT-OIL, conformo PERU-LNG yen el gobierno de Toledo, festinando leyes, consiguió hacer aprobar “El negocio del siglo” paraexportar durante 18 años, el gas del lote 56 del Camisea, con reservas probadas de 3 TCF de gas natural y 220 millones de barriles de “condensados” o petróleo ligero, a un precio de 0.53 dólares el millón de BTU, garantizándose dicha exportación con 2.5 TCF de gas del lote 88,utilizando además, los ductos que pagamos todos los peruanos con Garantía de Red Principal, para lograr nuestra seguridad energética.

Diez años después, Bolivia exporta su gas natural al Brasil y la argentina pero, aun precio que fluctúa entre los9 a 10 dólares el millón de BTU, de tal modo que el gas se ha convertido en el “sueldo de los bolivianos” y ha sido declarado un “bien social”. Esta historia demuestra que el sacrificio de los mártires de SENKATA no fue en vano y el gas natural sirvió para mejorar la economía boliviana así como para garantizar su seguridad energética; sin embargo, en el Perú el“negocio del siglo”continua exportando nuestro gas libre de impuestos, desde la planta de licuefacción de Melchorita en Ica, hasta la localidad de manzanillo en México,utilizando los conocidos barcos “metaneros que, adicionalmente, no pagan el combustible que consumen, puesto que funcionan con gas y solo contabilizan el gas entregado en puerto.

Mientras los peruanos admiramos en los tabloides las impresionantes instalaciones de Melchorita y los panzones barcos metaneros que se llevan el gas que necesitamos los peruanos, “El negocio del siglo” continua boyante y, aún más, habiendo obtenido sin licitación, la concesión del lote 76 ubicado,en los límites del cusco, Madre de dios y Puno; también en el gobierno de Toledo, LA HUNT OIL, la PLUSPETROL y la REPSOL, vienen efectuando la sísmica 3D, en un lote donde anteriores prospecciones, han mostrado reservas tres veces más grandes que las del Camisea; el propósito es evidente, continuar con “el negocio del siglo” exportando también el gas del lote 76, que, para colmo, fue concesionado sobre la reserva nativa de los AMARAKAIRES, siendo preciso anotar que el lote 76 también es parte de la suelta que hizo la SHELL bajo la denominación de lotes 45 y 91.

La explotación del Camisea ha dejado muchas lecciones y los errores no deben repetirse; el gas natural baratode los lotes 88y 76debe usarse para atender a la demanda nacional de energía así como para el desarrollo de la metano química y la petroquímica, no debiendo exportarse mientras no esté abastecida la demanda interna, por un horizonte permanente de 20 años como lo dispone la ley 27133,“leyde promoción de la industria del gas natural”,bajo cuyo mandato se firmaron las “concesiones”;asimismo, los precios pactadospara la exportación deben revisarse,fijando regalías no menores a las que pagan los usuarios del país, tal como se planteó en la renegociación pactada para apaciguar del debate del 2,010 sobre la exportación que, una vez pasado el conflicto, fue suspendidounilateralmente por el consorcio del Camisea, en marzo del 2,011.

Es posible quelos planes sobre el gasdel lote 76 seanlos de exportarlo hacia el Brasil y/o conectarse al recientemente licitado gasoducto al sur de 32 pulgadas, para sacar el gas hasta “Melchorita”, utilizando el ducto en sentido contrario y venderlo a Chile u otros países; aquí el estado peruano debe imponer condiciones, priorizando el abastecimiento interno, sin olvidar que el gasoducto al sur lo pagaremos todos los peruanoscon la garantía de la seguridad energética; por tanto, solo debe servir para la masificación del gas y el desarrollo de la petroquímica nacional.

La sangre de los mártiresy sus enseñanza no son patrimonio de una sola nación, así tampoco el gas no puede ser tan solo patrimonio de los “concesionarios” al salir de boca de pozo, existen otras formas contractuales permitidas por nuestra legislación; como los contratos de “servicios” que se han impuestoexitosamente en el Ecuador y los de“coparticipación”y “Joint Venture” aplicados con éxito en la China y otros, nuestras leyes permiten dichos contratoscon aprobación del congreso y el ejecutivo.En tal sentido se imponerevaluar los contratos y renegociar las “concesiones”obteniendo precios dignos por el gas y los “condensados”, designando a los hidrocarburos yla energía en general, como un “bien social”, en resguardo de nuestra soberanía energética, los mártires de SENKATAnos mostraron el camino.

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